Aumento de la densidad ósea
El ejercicio de peso corporal, como caminar, correr o levantar pesas, ayuda a fortalecer los huesos al estimular la formación de tejido óseo nuevo, lo que puede ayudar a prevenir la pérdida de densidad ósea relacionada con la edad y reducir el riesgo de osteoporosis.
Mejora del equilibrio y la coordinación
Los ejercicios que mejoran el equilibrio y la coordinación, como el yoga o el tai chi, pueden ayudar a reducir el riesgo de caídas y fracturas al fortalecer los músculos que sostienen las articulaciones y mejorar la estabilidad general.
Estimulación del metabolismo óseo
El ejercicio aeróbico, como la carrera o el ciclismo, puede aumentar la circulación sanguínea y la entrega de nutrientes a los huesos, lo que promueve la salud ósea y ayuda a mantener la integridad estructural de los huesos.